Para una persona tan especial, como lo es ser consciente
de la belleza que hay en el mundo. Feliz cumpleaños.
Olvida el color del asfalto, aquí todo es de un verde perenne. Salpicado aquí y allá por diminutas flores de los colores que el arco iris olvidó.
No, no es un sueño. Estamos aquí de verdad, en los jardines de la memoria. La calma y la armonía del lugar quedaron atrapadas en algún rincón del recuerdo. Como nosotros. Algo nuestro también se quedó allí, para siempre.
Y es bonito pensarlo, en aquel lugar estaremos siempre juntos, como espíritus o sombras, como sueños o fantasías materializadas, como las fragancias de las flores tras la ventana, como esencias que se niegan a salir de su frasco…
En el jardín del olvido podremos ser, ser eternamente.
Al jardín de la memoria podremos volver, recordando, eternamente.
En el jardín del olvido y la memoria, podremos ser eternamente, sin tener que volver a ninguna parte. Ser. Ser, lo que aquí no podemos.