Wendy

No puedo dejar de ver, aún sin cerrar los ojos, alas doradas surgiendo de los rincones de tu sonrisa.
Y la voz iluminando el cielo. Qué sabría Homero sobre cantos de sirena…
¿Juegas a acorralar mi alma con tus ojos? ¿Te has propuesto usar tu pelo como grilletes?
Haces que el universo nos quede pequeño: hay tantas melodías que descubrir entre los pliegues de tu piel.

Y es que hay cosas que sólo se pueden aprender mirando a través de los libros cerrados.

Escalera de la mala esperanza*

Noto la amargura
encajada en mi paladar
¿se quedará por mucho tiempo?
por ahora sólo lleva ropa veraniega.
Que dulce es la desolación cuando sale de tu voz
imperturbable entra a través de mis distraidos oídos
perforando cada recuerdo al lado tuyo que no consigo olvidar.
Innombrable es mi deseo de besar tus labios una y otra vez,
pero me conformo con mirarte en silencio y callado
viendo como otros disfrutan de tu dulzura
y yo sólo miro desde muy lejos
mientras sufre mi corazón
una breve historia
que no sucederá.

Pocopresente

*De nuevo el anónimo inquilino