Letras oscuras

De nuevo, letras oscuras asaltan mis yemas, último estadio racional de mis desvaríos.

Sábanas que ladran sueños. Pretéritos inexistentes, rellenos de personajes vacíos.

Hechos que pugnan con la ilusión, sabiéndose vencedores de una batalla sin espectadores.

La pureza del falso blanco vomitando sarcasmos en los silencios de palabras huecas.

Luces desprovistas de color. Tan arcanas, como mis letras oscuras.

Distancia

Existes, pero sólo a lo lejos. Eres como esas nubes que tienen forma por dejarse ver, de esas que en cualquier momento cambian de color, o incluso desaparecen.

Es esa magia de los sueños infantiles, de los cuentos de mayores, todas esas historias que no nos atrevemos a vivir. Porque la belleza no se busca, se construye.

Aprendo a ser más positivo, hay actitudes que se desprenden de tu voz. Te puedes sentir atrapado entre paredes, la diferencia es mirar al cielo para descubrir que no hay techo. Las alas ya nacerán.

Silencio y oscuridad, aún así te siento cerca. Absurdo quizá, precipitado sin duda. Pero el camino te enseña a confiar en los bastones ajenos. Porque un día te despiertas y descubres el valor de las arrugas en la piel.

Miras al horizonte y no ves más que cemento. Vuelve a intentarlo, pero esta vez con los ojos cerrados. Confía en esa voz que tiembla al mirarte, aún en la distancia. Porque hay versos que suceden sin querer.

Triste olvido*

Con los ojos deseando nadar en agua salada, despertando de un sueño que nunca ocurrirá, me miro al espejo y veo a un desconocido, de silueta olvidada, con una cara cansada y descuidada. Sin aparente expresión mas que la de un fantasma que solo vaga por sus recuerdos.
Esa alma errante a veces recuerda, le viene a la memoria una época en la que sentía con las manos, amaba con la mirada y solo podía respirar felicidad. Aquella época en las que tus besos aceleraban mi pulso hasta descarrilar toda mi cordura, solo rozarte extasiaba toda mi piel, por mi sangre solo recorría una emoción que no se puede describir hasta que la vives.
Pero todo aquello por algún motivo se murió, se desvaneció como aquel castillo de arena arrasada por la marea. Ahora sólo me alimento del recuerdo de aquellos días, esperando a veces que me recuerdes todas aquellas sensaciones que me dieron razones para luchar.
Pero esos días se esfuman cada vez más rápido de mi cabeza, maldecido por una terrible nostalgia que me quita el sueño, el apetito, el sentido y el alma, dejando al fantasma mirándose al espejo preguntándose por qué.

(*) escrito por idiota