El susurrante silbido de tus pasos en continuo vaivén me pone nervioso, ahora avanzas y luego retrocedes. No lo entiendo. Y lo que no comprendemos siempre nos da miedo. Con que tus pasos fuesen silenciados no habría bastante, porque te veo, porque te quiero.
No desaparezcas en la próxima esquina, no más esquinas por favor, ni más regresos, tu pasado sólo me importa porque te turba. Y te quiero feliz, porque te amo.
Olvida que dejamos atrás huellas, no son más que sombras desechadas.
Olvida que tras el agua hay tierra, podemos nadar siempre. Y siempre no es eterno, es con el fin en el deseo, porque te anhelo.
Que si los pájaros cantan no es porque sí, es que te imitan. Que si las olas brillan con su espuma, es porque adoran tu luz, blanca.
Cuando te encuentre te dejaré ir, esperando que no te marches, que no me olvides, porque huir es querer olvidar. Y en el olvido todo es indiferente, sólo hay reflejos, grises, inmóviles.
Que los poemas no son bellos si no se enfrentan a tu sonrisa. Lucha por ellos, contra ellos y con ellos, que tú eres eso, amor, tú eres verso.
22-02-2002 #mk#
La senectud de Linmer 