eco

Me pregunto porqué mi mente vuelve a recomponer aquella carta que escribí cuando aún tenía algo que decir. Se reordenan las mismas palabras con otros significados, otras ideas laten debajo.

No la volverás a recibir, ni entonces ni ahora las palabras son las adecuadas, la pregunta ni siquiera era explícita. Ahora sé que, bajo esas circunstancias, no se puede esperar respuesta.

Se vuelven a articular las frases aunque la razón pida explicaciones y la lógica grite que es necesario un camino para invitarte a él.

Nos hemos visto en este tiempo de silencio y, aún así, no sé que ha sucedido en tu vida. Lo importante, no lo sé. Debe ser, como siempre, que digo «¿cómo estás?» cuando quiero decir «¿qué piensas?».

Siempre has sido un reto, para qué negarlo. Pero no por vencer, ni por llegar más allá. Sólo por el misterio de conocerte. Sólo porque estoy convencido de que descifrarte, no importa el esfuerzo, merece la pena.

Sermón gratuito

La verdad es que no hay… que no hay verdad, o que definitivamente no hay una, al menos no sólo una.

Cada versión/opinión es una exculpación/distracción en lugar de una discusión/reflexión, que es lo que debiera (o no) ser.

Pregunta, indaga, deduce, confirma y… vuelve a dudar, a plantear, a contemplar, a comprender, a escuchar.

No describas tus defectos como méritos de los demás, cada cual asuma sus virtudes y se arrepienta o se enorgullezca de ellas.

Ten criterio, o no lo tengas, pero que sea tu decisión. No seas lo que crees que alguien espera, sé lo que necesites ser, cuando puedas serlo.

Positivo o no, sólo te puedes arrepentir del pasado, el resto aún es salvable.

Recuerda tus limitaciones, por cortesía la gente tiende a olvidarlas. Siempre hay tiempo para acercarse a alguien que te detalle tus excesos.

Descubre y sueña, porque lo que ves despierto ya no tiene misterio, alguien se adelantó a ti y lo puso allí para recordarte que vas tarde, que ése es su territorio.

Buscar fugas de oxígeno en el aire siempre tiene mayor dificultad que buscarlas en el mar. De ti depende que quieras ser burbuja esplendorosa y extraña, o una parte oculta en el conjunto que aprovecha el disfraz.

Mientras la humanidad escriba versos y no del revés, la palabra no dejará de ser bella mentira y los humanos, mentirosos con estilo de rima.

Sin amor, ni humor (por no hablar de honor) sólo nos queda la realidad:

Que aproveche.

Optimismo

Hay días en los que el optimismo desgrana nubes negras hasta convertirlas en tenues cortinas del pasado en vilo.

Y entonces los fósiles pierden la identidad que el deseo les cedió.

Hay días en los que la vida vuelve a ser esa noria que fuera en la infancia, cuando estar tan lejos del suelo te hacía reír.

Y entonces el ayer deja de ser añoranza para ser recuerdo.

Hay días en los que…

Pero no hoy.