Dirección

Dirección

A veces uno no sabe hacia donde se dirige. Los caminos marcados son tan obvios que asustan. El sol a lo lejos, el cielo naranja, ¿amanece o anochece?

Los coches esperan, las personas no. El sol sigue inmóvil y unos tubos de acero sostienen nuestra quietud.

Una foto sobre el escritorio. Calma irreal. Nada es estático, un instante antes estaba en un lugar, un instante después estará en otro distinto.

En aquella dirección. Si pudiéramos coleccionar instantáneas futuras sabríamos la dirección.

No te pares, no está rojo, nada es estático. La vida no se para. Una mala decisión siempre es mejor que ninguna.

¿Amanece o anochece?

No recuerdo exactamente

Me despierto.

Abro los ojos.

Cierro los ojos.

Intento recuperarte.

No puedo. Abro los ojos.

Es duro, sí, es muy duro tener que levantarse tras pasar la noche soñando contigo.

No recuerdo exactamente. Sólo se que venías a verme. Venías expresamente, no de tan lejos, pero expresamente. Venías sabiendo que perdías el tren, que llegarías tarde a otro lugar. Tus clases de… No recuerdo exactamente.

Por sorpresa. No te esperaba. La sonrisa aún sorprendida y tenías que irte. Sólo habías venido a verme. Y a traerme algo, era la excusa, no recuerdo que… No recuerdo exactamente.

Te ofrecía llevarte. Yo también me iba a perder algo por hacerlo, aunque no recuerdo exactamente. Me decías que no. No quieres que no llegue a ese algo. Pero tú ya lo has hecho.

Esto debe ser recíproco, no equitativo, me dices.

Te maldigo por el jaque. Te ríes.

Te llevo.

No, y te vas.

Y me despierto, abro los ojos, los cierro, te busco, te recuerdo en el sueño, no te alcanzo, ya no estás. Y ya estoy despierto, y no hay nada que pueda hacer para volver a dormirme. Y me maldigo por tener que levantarme. Y me maldigo por no recordar exactamente…

…porque no recuerdo exactamente, cuando empecé a soñarte.