Déjame que…

Pescallunes

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Déjame que te hable del vuelo aparentemente sin rumbo de las mariposas.
Que te cuente que los colores translúcidos de sus alas son reflejos del polvo que las recubre.

Déjame inventar un cuento de hadas en el que el príncipe aparezca al final, cuando la princesa ya sea dueña del castillo.
Que te explique que los reinos no son sólo de piedra y tierra.

Déjame que te recite versos que nadie ha escrito, hasta que el peso de la voz marque tus sueños o el papel.
Que te envíe poemas con otras firmas, para que me sientas con otras manos.

Déjame que, a falta de saber inventarte con carboncillo, te desdibuje con luz.
Que redibuje mis deseos cerca de tu piel.

Déjame que te envuelva en silencios.
Que te guarde bajo las sábanas.

Déjame que …

…deja que eche de menos tus labios…
…y que dude si por tus besos o tus sonrisas.

10 comentarios en “Déjame que…

  1. Que menos que pedir lo que pides ¿no?…
    Me gustan las opciones ocultas… ya que no me das esto, al menos déjame lo otro…
    Es propio del amar. Siempre se necesita más. O como mínimo, otra cosa.
    Un abrazo, Linmer.
    PD: Coincido con Morgana. Tus escritos vienen últimamente con «cartilla de racionamiento» pero lo bueno si es breve… se disfruta más intensamente.
    Salud/OS!

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  2. Morgana:

    Lo que es una lástima es recibir sólo una visita tuya por cada entrada, con comentarios como los tuyos da gusto seguir diciendo cosas.

    Besos, brujita.

    el_Vania:

    Claro, ya que nos ponemos a amar, lo pedimos todo sin esperar nada. Así cuando se nos da algo, habrá valido la pena.

    Siempre he pensado que es preferible alimentar el silencio que la charlatanería. Y es cierto que, en la mayoría de eventos, «se disfruta más» o, al menos, se le presta más atención, cuando el suceso es inusual.

    Un abrazo, amigo.

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