La música del piano suena de fondo, en su imaginación puede ver las notas escapando del marfil de las teclas y esquivando las hábiles manos del artista. Tras una breve danza en el aire, se posan sobre el suelo convirtiéndose en alfombra floral.
Sentado en el suelo, con los brazos rodeando las rodillas, casi puede sentir la humedad aterciopelada de los pétalos. Se pregunta por qué no puede ser siempre todo tan luminoso, con los colores rellenando estampas de postal, la música calma inundando el alma. Y es que siempre que las letras escapan de su pluma están empapadas de oscuridad.
Un melancólico violín le da la respuesta:
Cómo evitar la tétrica melodía de los días, cómo evitar la niebla en la mirada, cómo olvidar el frío de esa noche eterna…
… si no puedo empujar las horas a tu lado, compartir tus sueños y habitar tu piel…
Bonitas letras Linmer…
Los violines son así de tristes, no hay que hacerles demasiado caso… siempre hay senderos muy luminos esperándonos.
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Cómo evitar los tétricos ojetes, como evitar la popoch en la mirada, cómo olvidar el gustico de esa noche sempiterna…
…si no te puedo empujar la carne en barra, compartir tus diarreas y habitar tu orto…
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Morgana:
Gracias Morgana. Yo no lo veo como algo triste, más bien como algo bello aunque no ocurra más que en la imaginación.
Besos, brujita.
Antenista:
Podrías escribir en tu propio blog posts así, no se te da mal del todo ;)
Un abrazo.
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Pero aún así, con su oscuridad, sabe distinguir lo luminoso.
Y eso, le hace mantener viva la esperanza.
Salud/OS!
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Me gustan las conversaciones de pianos y violines, aunque hasta ahora, hasta que lo he leído en tu texto, no sabía que existían. Pero, en cierto modo, aunque nunca ocurra, es como si viniera ocurriendo desde el principio de los tiempos.
Mi camisa, donde los codos, se estremece con la vibración del violín, con el ímpetu del piano.
Precioso texto, compañero. Un abrazo.
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el_Vania:
Eso es, amigo. Ese era el mensaje. Hay quien aún me lee como si escribiera notas de violín…
Gracias por la visita.
Wolffo:
Me halagan tus palabras, casi podría decirte que me ruborizan y todo…
Sobre lo que dices, es cierto, siempre han existido esas conversaciones, discusiones si lo prefieres, en las que se solapan las voces y uno no sabe si está con el arco, o con el martillo, porque para bien o para mal, las cuerdas, siempre están.
Un abrazo, amigo.
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Hay algunso instrumentos que siempre relacionaré con la tristeza, uno de ellos es el piano y otro ejemplo claro es el violín. Claro, también están los intrumentos alegres como el triángulo y las maracas.
Saludos.
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Ese violín sabe demasiado. Aunque pequeño el cabroncete sabe que es lo que perturba nuestro sueño, serà que siempre toca melodias para no dormir.
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Joyrider:
Tienes razón, a mi me provocan una cierta melancolía, que no tiene por qué ser siempre triste, pero en muchos casos…
Gracias por la visita.
Reif:
«Ese violín sabe demasiado»: Habrá que matarlo xD Ciertamente, hay melodías que se repiten en esta noche eterna que es la vida. Pero algun día amanecerá, hermano, no te preocupes.
Un abrazo
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Matizamos, pero siempre en gris. Alguno más atrevido introdujo el marrón. Buceando en la profundidad de las aguas, incluso en la densa oscuridad de la noche y con el frío más intenso, he descubierto que la mierda flota. El ojo desnudo, y me refiero al que posee retina; es capaz de apreciar belleza a simple vista. En el fondo, están el poso del café y los calcetines que menos te pones.
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Nightingale:
No sé si la auténtica Nightingale aprobaría algo tan poco aséptico como bucear en aguas de mierda… pero me encantan tus metáforas y tus visitas.
Gracias y hasta pronto. Un beso.
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